jueves, 19 de mayo de 2011

Conocimiento ¿sensible o inteligible? ¿Saber hacer o poder explicar?

Crear argumentos a favor o en contra de alguna de estas dos polémicas:
 I) ¿Conocemos a través de los sentidos o mediante la razón?

II) ¿Qué es más valioso: saber hacer algo o poder explicar (dar razones o llegar a las causas)?

viernes, 6 de mayo de 2011

Tu caverna

Para el 12 de mayo: escribir un relato de una experiencia personal donde te hayas liberado de alguna caverna, hayas accedido a una dimensión insospechada de las cosas, o cualquier otra con la que asocies el relato de la Alegoría de la Caverna de Platón o la historia contada en Planilandia.

jueves, 5 de mayo de 2011

Flatland, un mundo de dos dimensiones

Aquí, el texto de Planilandia, una novela de muchas dimensiones (art. de Wikipedia, aquí). Y a continuación los avances de una de sus versiones cinematográficas, una película de aprox. 30 minutos, filmada por Jeffrey Travis.

La canción del ser niño (fragmento) de Peter Handke en la película "Las alas del deseo" de Wim Wenders

Cuando el niño era niño,
era el momento de las siguientes preguntas:
¿Por qué yo soy yo y no vos?
¿Por qué estoy acá y no allá?
¿Cuandó comenzó el tiempo y dónde termina el espacio?
¿No es la vida bajo el sol sólo un sueño?
Lo que veo y oigo y huelo
¿no es sólo la apariencia de un mundo por delante del mundo?
¿Existe realmente el mal y gente
que realmente son los malos?
¿Cómo puede ser que yo, que soy yo,
antes de llegar a ser, no existiera
y que alguna vez yo, que soy yo,
deje de ser el que soy?

Carl Sagan sobre la tercera y la cuarta dimensiones 7:18

Alegoría de la caverna (La República, Platón) 3.13


El mito de la caverna

I - Y a continuación -seguí-, compara con la siguiente escena el estado en que, con respecto a la educación o a la falta de ella, se halla nuestra naturaleza.

Imagina una especie de cavernosa vivienda subterránea provista de una larga entrada, abierta a la luz, que se extiende a lo ancho de toda la caverna, y unos hombres que están en ella desde niños, atados por las piernas y el cuello, de modo que tengan que estarse quietos y mirar únicamente hacia adelante, pues las ligaduras les impiden volver la cabeza; detrás de ellos, la luz de un fuego que arde algo lejos y en plano superior, y entre el fuego y los encadenados, un camino situado en alto, a lo largo del cual suponte que ha sido construido un tabiquillo parecido a las mamparas que se alzan entre los titiriteros y el público, por encima de las cuales exhiben aquellos sus maravillas.

- Ya lo veo-dijo.

- Pues bien, ve ahora, a lo largo de esa paredilla, unos hombres que transportan toda clase de objetos, cuya altura sobrepasa la de la pared, y estatuas de hombres o animales hechas de piedra y de madera y de toda clase de materias; entre estos portadores habrá, como es natural, unos que vayan hablando y otros que estén callados.

- ¡Qué extraña escena describes -dijo- y qué extraños prisioneros!

- Iguales que nosotros-dije-, porque en primer lugar, ¿crees que los que están así han visto otra cosa de sí mismos o

de sus compañeros sino las sombras proyectadas por el fuego sobre la parte de la caverna que está frente a ellos?

- ¿Cómo--dijo-, si durante toda su vida han sido obligados a mantener inmóviles las cabezas?

- ¿Y de los objetos transportados? ¿No habrán visto lo mismo?

- ¿Qué otra cosa van a ver?

- Y si pudieran hablar los unos con los otros, ¿no piensas que creerían estar refiriéndose a aquellas sombras que veían pasar ante ellos?

- Forzosamente.

- ¿Y si la prisión tuviese un eco que viniera de la parte de enfrente? ¿Piensas que, cada vez que hablara alguno de los que pasaban, creerían ellos que lo que hablaba era otra cosa sino la sombra que veían pasar?

- No, ¡por Zeus!- dijo.

- Entonces no hay duda-dije yo-de que los tales no tendrán por real ninguna otra cosa más que las sombras de los objetos fabricados.

- Es enteramente forzoso-dijo.

- Examina, pues -dije-, qué pasaría si fueran liberados de sus cadenas y curados de su ignorancia, y si, conforme a naturaleza, les ocurriera lo siguiente. Cuando uno de ellos fuera desatado y obligado a levantarse súbitamente y a volver el cuello y a andar y a mirar a la luz, y cuando, al hacer todo esto, sintiera dolor y, por causa de las chiribitas, no fuera capaz de ver aquellos objetos cuyas sombras veía antes, ¿qué crees que contestaría si le dijera d alguien que antes no veía más que sombras inanes y que es ahora cuando, hallándose más cerca de la realidad y vuelto de cara a objetos más reales, goza de una visión más verdadera, y si fuera mostrándole los objetos que pasan y obligándole a contestar a sus preguntas acerca de qué es cada uno de ellos? ¿No crees que estaría perplejo y que lo que antes había contemplado le parecería más verdadero que lo que entonces se le mostraba?

- Mucho más-dijo.

II. -Y si se le obligara a fijar su vista en la luz misma, ¿no crees que le dolerían los ojos y que se escaparía, volviéndose hacia aquellos objetos que puede contemplar, y que consideraría qué éstos, son realmente más claros que los que le muestra .?

- Así es -dijo.

- Y si se lo llevaran de allí a la fuerza--dije-, obligándole a recorrer la áspera y escarpada subida, y no le dejaran antes de haberle arrastrado hasta la luz del sol, ¿no crees que sufriría y llevaría a mal el ser arrastrado, y que, una vez llegado a la luz, tendría los ojos tan llenos de ella que no sería capaz de ver ni una sola de las cosas a las que ahora llamamos verdaderas?

- No, no sería capaz -dijo-, al menos por el momento.

- Necesitaría acostumbrarse, creo yo, para poder llegar a ver las cosas de arriba. Lo que vería más fácilmente serían, ante todo, las sombras; luego, las imágenes de hombres y de otros objetos reflejados en las aguas, y más tarde, los objetos mismos. Y después de esto le sería más fácil el contemplar de noche las cosas del cielo y el cielo mismo, fijando su vista en la luz de las estrellas y la luna, que el ver de día el sol y lo que le es propio.

- ¿Cómo no?

- Y por último, creo yo, sería el sol, pero no sus imágenes reflejadas en las aguas ni en otro lugar ajeno a él, sino el propio sol en su propio dominio y tal cual es en sí mismo, lo que. él estaría en condiciones de mirar y contemplar.

- Necesariamente -dijo.

- Y después de esto, colegiría ya con respecto al sol que es él quien produce las estaciones y los años y gobierna todo lo de la región visible, y que es, en cierto modo, el autor de todas aquellas cosas que ellos veían.

- Es evidente -dijo- que después de aquello vendría a pensar en eso otro.

- ¿Y qué? Cuando se acordara de su anterior habitación y de la ciencia de allí y de sus antiguos compañeros de cárcel, ¿no crees que se consideraría feliz por haber cambiado y que les compadecería a ellos?

- Efectivamente.

- Y si hubiese habido entre ellos algunos honores o alabanzas o recompensas que concedieran los unos a aquellos otros que, por discernir con mayor penetración las sombras que pasaban y acordarse mejor de cuáles de entre ellas eran las que solían pasar delante o detrás o junto con otras, fuesen más capaces que nadie de profetizar, basados en ello, lo que iba a suceder, ¿crees que sentiría aquél nostalgia de estas cosas o que envidiaría a quienes gozaran de honores y poderes entre aquellos, o bien que le ocurriría lo de Homero, es decir, que preferiría decididamente "trabajar la tierra al servicio de otro hombre sin patrimonio" o sufrir cualquier otro destino antes que vivir en aquel mundo de lo opinable?

- Eso es lo que creo yo -dijo -: que preferiría cualquier otro destino antes que aquella vida.

- Ahora fíjate en esto -dije-: si, vuelto el tal allá abajo, ocupase de nuevo el mismo asiento, ¿no crees que se le llenarían los ojos de tinieblas, como a quien deja súbitamente la luz del sol?

- Ciertamente -dijo.

- Y si tuviese que competir de nuevo con los que habían permanecido constantemente encadenados, opinando acerca de las sombras aquellas que, por no habérsele asentado todavía los ojos, ve con dificultad -y no sería muy corto el tiempo que necesitara para acostumbrarse-, ¿no daría que reír y no se diría de él que, por haber subido arriba, ha vuelto con los ojos estropeados, y que no vale la pena ni aun de intentar una semejante ascensión? ¿Y no matarían; si encontraban manera de echarle mano y matarle, a quien intentara desatarles y hacerles subir?.

- Claro que sí -dijo.

III. -Pues bien -dije-, esta imagen hay que aplicarla toda ella, ¡oh amigo Glaucón!, a lo que se ha dicho antes; hay que comparar la región revelada por medio de la vista con la vivienda-prisión, y la luz del fuego que hay en ella, con el poder del. sol. En cuanto a la subida al mundo de arriba y a la contemplación de las cosas de éste, si las comparas con la ascensión del alma hasta la. región inteligible no errarás con respecto a mi vislumbre, que es lo que tú deseas conocer, y que sólo la divinidad sabe si por acaso está en lo cierto. En fin, he aquí lo que a mí me parece: en el mundo inteligible lo último que se percibe, y con trabajo, es la idea del bien, pero, una vez percibida, hay que colegir que ella es la causa de todo lo recto y lo bello que hay en todas las cosas; que, mientras en el mundo visible ha engendrado la luz y al soberano de ésta, en el inteligible es ella la soberana y productora de verdad y conocimiento, y que tiene por fuerza que verla quien quiera proceder sabiamente en su vida privada o pública.

- También yo estoy de acuerdo -dijo-, en el grado en que puedo estarlo.

Según la versión de J.M. Pabón y M. Fernández Galiano, Instituto de Estudios Políticos, Madrid, 1981 (3ª edición)



martes, 3 de mayo de 2011

Reporte de la clase

¿Cómo se hace la filosofía?
Una de las formas es el diálogo, es lo que trataremos de aprender en clase.
“Dos dicen su opinión, y luego el profesor de filosofía dice cuál es la verdad.” Cuestión a ser revisada. En sus diálogos (escritos), Platón (el maestro de Aristóteles y discípulo de Sócrates) mostró a distintos personajes discutiendo de distintos temas, muchas veces el personaje principal era Sócrates, que más que decir cuál era la verdad interrogaba a sus interlocutores para ver si tenían buen fundamento en afirmar lo que afirmaban.

Proyecto: Recorridos
Pensar las formas de conocimiento que se ponen en juego en cada materia. ENSAYO.
Escribir sobre la propia experiencia del proyecto, teniendo en cuenta las distintas formas de conocimiento para abordar el mismo objeto, las diálogos en las clases de filosofía y los textos y demás recursos ofrecidos.


Preguntas:
¿Aprendemos / Estudiamos en función de otra cosa (porque sirve para algo) o es bueno en sí mismo?
¿Para qué aprendemos química?
En mi caso, me interesa aprender cosas distintas
En el campamento, aprendimos a hacer la carpa, subimos la Sierra de la Ventana.

¿Hay saberes que son más valiosos que otros? ¿Hay mejores que otros?
No, porque todos sirven para algo.
Todos sirven para ejercitar el cerebro.
Todos estarían en el mismo nivel.

¿Es equivalente saber barrer que dirigir una clínica de salud?
El conocimiento en sí es lo mismo, pero cuando lo ejercés es distinto.
Un ama de casa no se podría poner a hacer lo que hace el clínico y viceversa.

¿El del director del hospital o enfermeras?
Uno sin otro no podría existir.

¿Cuál de los dos tiene que saber más?
La sociedad no los respeta igual, respeta más al director (o médico) no por una cuestión de saberes, sino por una cuestión de poder.

LECTURA DE LA METAFÍSICA
PREMISA Al hombre le gusta saber, como nos gustan las sensaciones. La que más nos gusta es la vista
¿De todos los sentidos preferimos la vista?
A mi el gusto.
A mi también.

Distintos tipos de conocimiento
  • Sensación (en común en todos los animales)
  • Memoria (algunos no la tienen)
  • Aprendizaje (menos tienen esta capacidad)
  • Experiencia
  • Arte = Saber hacer = Ciencias productivas General
  • Razonamientos = ciencia General

Los textos no dicen la verdad, son para discutir, para aprender a discutir.

¿Qué es más importante, saber hacer o saber explicar?
Saber hacer.
Aristóteles decía que no.

¿Es más sabio el que sabe explicar y hablar que el que sabe producir?
Yo te puedo explicar un partido de fútbol, pero no lo se jugar.
Pero es otra época, podías decir “construime la pirámide”, tiene más poder el que lo sabe hacer.
El arquitecto tiene el saber de hacer el edificio, pero sin el obrero no puede.
El obrero necesita que el arquitecto le diga lo que tiene que hacer, el arquitecto necesita que alguien lo haga.